Sí, ya sabes el secreto. Ahora quiero compartirte el más allá de, de ese momento tan especial para los padres y familia.
Cuando Ivette me contactó, yo me encontraba de viaje y como no me desconecto del todo aunque esté de vacaciones, hablamos sobre lo que quería, me compartió sus ideas y nos mantuvimos en comunicación. Ivette es cliente recurrente y casualmente coincidimos en el aeropuerto y compartimos el mismo avión. En la espera, pudimos conversar sobre el evento, concretamos detalles y me ofrecí para ser quien guardara el secreto. Ivette no me había contratado aun, pero desde ese momento ya sabía lo que iba a realizar.
Los colores verde, crema y blanco en tonos suaves y elegantes conformaron la paleta de colores. Elegí cuidadosamente las estructuras para que junto con las letras iluminadas fueran el punto focal.
El método que utilizamos para la revelación fue el sistema de TNT junto con chispas frías. Ivette cuenta con un patio hermoso y el sistema ayudaría a enmarcar el escenario principal cuando llegara el momento esperado.
Además de lograr que todo esté en su lugar, también vivo la espera con la misma emoción pensando en ese instante en que los padres e invitados descubran el secreto. Cuando acaba la cuenta regresiva, el cielo se pinta de rosa y en segundos, todo se tranforma en risas, lágrimas y abrazos. En medio de la euforia, recuerdo el por qué amo lo que hago.
Mas allá de descubrir el sexo del bebé, este evento destaca cuán importante es compartir la noticia rodeados de quienes más queremos. Las sonrisas, las reacciones y ese apoyo familiar para los nuevos padres, llenan el ambiente de una energía única.
En The Confetti Lab sabemos que cada celebración es un momento que perdura para siempre y me honra el poder ser parte de historias tan significativas. Este gender reveal, refleja lo más que me gusta hacer: crear el escenario perfecto para que la vida escriba un recuerdo inolvidable.
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